ESTERILIZACIÓN MATERIAL DE LABORATORIO
La esterilización del material de laboratorio es un proceso que permite eliminar la carga microbiana patógena y no patógena, incluídas las esporas, de productos e instrumentos que lo requieran como el instrumental médico o los medios de cultivo. Para que sea eficaz debe realizarse sobre materiales limpios y respetando los parámetros y procedimientos definidos para cada método.
Para decidir si un objeto debe esterilizarse o es suficiente con una desinfección pueden consultarse los criterios de clasificación del Dr. E. H. Spaulding, ampliamente aceptados por la FDA y los profesionales médicos, epidemiólogos y microbiólogos. Según esta clasificación, los objetos considerados críticos deben esterilizarse, los semi-criticos deben someterse a una desinfección de alto nivel y los no-críticos deben limpiarse y someterse a una desinfección de bajo nivel.
La esterilización puede conseguirse usando calor, productos químicos y radiación. El método a elegir dependerá del material a esterilizar y del equipo e instalaciones disponibles. Con los objetos de acero inoxidable y de vidrio podemos usar cualquier método, pero en el caso de los materiales plásticos debemos tener en cuenta su composición para evitar deformaciones e incluso la destrucción del material.
Autoclave
Es el método de referencia, utiliza calor húmedo en equipos que se denominan autoclaves, formados por un recipiente o cámara de esterilización de paredes gruesas y cierre hermético que permite usar vapor a presión y temperatura elevada. El fundamento físico es el de una olla a presión. Se considera el método más efectivo porque actúa coagulando las proteínas de los microorganismos, provocando su eliminación. Los factores más importantes en este proceso son:
La eficacia y rapidez del equipo para remover el aire de la cámara y sustituirlo por vapor evitando fluctuaciones de la temperatura.
El vapor debe proceder de agua limpia, sin contaminantes y generarse con un porcentaje de agua líquida muy bajo (menor del 3%).
El vapor debe estar en contacto directo con todo el material, el apilamiento excesivo o incorrecto pueden disminuir la eficacia del proceso.
Las piezas deben estar limpias, el vapor no penetrará una costra de suciedad.
Pueden esterilizarse en autoclave los objetos de acero inoxidable, vidrio y plásticos como el PP (polipropileno), PMP (polimetilpenteno) o PTFE/PFA (teflón).
Vía seca
La esterilización por vía seca o calor seco es una variante del autoclave en la que no se usa vapor, al ser menos agresivo (en ausencia de agua el calor se transfiere peor al material) se utiliza a más alta temperatura y durante más tiempo. El calor seco desnaturaliza las proteínas, funde los lípidos de las membranas y provoca desecación de los microorganismos.
Este método es menos corrosivo para los instrumentos metálicos y permite esterilizar sustancias en polvo o viscosas no volátiles y también las que puedan formar emulsiones con el agua.
Los objetos que pueden esterilizarse con calor seco son los metálicos, el vidrio o plásticos como PTFE/PFA (teflón) que pueden soportar la elevada temperatura del método.
Para crear unas condiciones asépticas adecuadas también usamos el mechero Bunsen:
El mechero bunsen es un instrumento utilizado en laboratorios para calentar muestras y sustancias químicas. El mechero bunsen está constituido por un tubo vertical que va enroscado a un pie metálico con ingreso para el flujo de gas, el cual se regula a través de una llave sobre la mesa de trabajo. En la parte inferior del tubo vertical existen orificios y un anillo metálico móvil o collarín también horadado. Ajustando la posición relativa de estos orificios (cuerpo del tubo y collarín respectivamente), los cuales pueden ser esféricos o rectangulares, se logra regular el flujo de aire que aporta el oxígeno necesario para llevar a cabo la combustión con formación de llama en la boca o parte superior del tubo vertical.
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